Inés Rosales en Sevilla
Hemos tenido el placer de visitar guiados por el amable personal de Inés Rosales su fábrica y no hemos podido quedar más sorprendidos y satisfechos al ver el cuidadoso proceso de elaboración de las famosas y deliciosas Tortas Inés Rosales que tantos desayunos y meriendas nos han acompañado.
Las Tortas Inés Rosales siempre han gozado de una merecida fama en cuanto a calidad y elaboración artesana pero da gusto comprobar que aunque su producción este en unos niveles muy elevados y actualmente se exportan a medio mundo siguen produciendo el producto con materia prima de primera calidad y tratamiento totalmente artesano en su elaboración.
Su moderna fábrica que ha tenido que ser trasladada de su pueblo natal debido a la necesidad un mayor terrenos se nos presenta como una edificación tipicamente andaluza, azulejos, patios, cal y albero que nos reciben dejando claro la procedencia del producto.
Mezcla de ingredientes de Inés Rosales
Poco a poco pasaremos por zonas administrativas muy modernas y tras ponernos los equipos protectores, la limpieza lo primero, pasamos a ver la modernísima fábrica que nos hace pensar en el largo camino que ha recorrido esta empresa desde que nació en un pequeño obrador.
Los productos esenciales, harina, aceite, especies, azúcar, etc… son mezclados en las proporciones justas que nos harán saborear ese sabor tan característico y familiar que nos ha acompañado toda la vida.
Producción de Tortas Inés Rosales
Tras el amasado, esta primera masa es cortadas en porciones iguales y pasada a una cinta transportadora que las hará llegar a un momento mágico, en el que realmente esta masa se convertirá en un producto reconocible por todos.
La verdad es que es difícil de explicar si no se ve, la increíble habilidad con el que las trabajadoras de Inés Rosales manipulan la masa para obtener las tortas.
Operaria elaborando una torta Inés Rosales
En un abrir y cerrar de ojos cogen cada porción y en un rápido movimiento de manos aplastan las tortas para darle su forma característica circular, y mientras con una mano las aplastan contra el azúcar para que se impregne de este con la otra mano pasan a coger una nueva porción.
Una sincronización total hace que la masa entren en la habitación en forma de bolita y sin pararse en ningún momento la cinta salgan en forma de torta.
Añadiendo el azucar a las tortas de Inés Rosales
Este hecho de que no pare la cinta da lugar a un paso que nos dejó aún mas sorprendidos y es que como por arte de magia y a una señal las diferentes artesanas se cambian de posición en la alargada habitación para que el movimiento repetitivo no sea siempre el mismo ya que dependiendo de la ubicación se trataran las porciones de una posición de la cinta.
Hay que pensar que cada una de las tortas Inés Rosales que hay por el mundo ha sido tratada artesanalmente. Hubo un intento de probar si una máquina podía ahorrar algunos de los pasos pero al ver que la calidad se resentía se desecho el proyecto y se siguieron elaborando de manera manual.
Tortas Inés Rosales tras el horneado
Tras esto las tortas siguen su camino y pasan al horneado. Un proceso cuidadosamente controlado hace que adquieran ese precioso color caramelo con el que las conocemos y que las hace visualmente tan atractivas.
Ahora las tortas ya están preparadas para ser envasadas y empaquetadas. Este proceso que ya no interfiere en el sabor de la torta si es realizado actualmente por maquinas aunque seguido muy de cerca por personal que revisa su correcto procesado.
Tortas Inés Rosales empaquetadas
El papel característico de las Tortas Inés Rosales es plegado y con esto concluye la elaboración de un producto orgullo de Andalucía y digno representante de su sabor por donde quiera que vaya, y ya no sólo en los desayunos y meriendas con sus tortas dulces, ahora también es protagonista en los almuerzos y cenas ya que su gama de productos se ha ampliados y sus tortas saladas son utilizadas para hacer deliciosos platos con nuevas y sorprendentes combinaciones de sabores.
Un sabor de toda la vida, con una elaboración artesanal que no debes dejar de degustar cuanto tengas la ocasión.
